Como la corriente navega por los valles añejados de las turbiedades inmensas de lo que un día fue el ayer, como los sigilos cabellos son la suavidad de lo que tu piel le mostró a la mía… porque el silencio no hablo jamás, que ahogando los sueños hizo renacer los tuyos, los besos ácidos que se guardan en la memoria circundante del espacio fallido, existencia de otras dimensiones, prueba intangible que habita los espacios siniestros de mi mente… pupilas entre abiertas por los cuales entran haces de luz… palpitante tu corazón que no vive y vive en los espacios y rincones inhóspitos de esta ciudad. Por aquella calle, en la esquina… en el fondo de rallas negras.
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ResponderEliminar...la sombra de mí
escapando del foso para renacer
de pesadillas moribundas
(e insomnios alucinantes)
a sueños tuyos y míos
jamás te dije lo que tu silencio me decía
sigiloso un mostro aparto tus cabellos
para mostrarme la seducidad de tu sedosa piel
y me develé por completo
ayer, hoy y todos los días del mañana
frente a las aguas torrentosas y turbulentas
una visión incendiaria de un depurado presentir
te mando bocetos de besos
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