lunes, 1 de diciembre de 2008

Sobredosis


Mil sonidos, mil colores... mil sabores... pildoras de olvido, esos sonidos que parecen llamar tanto mi atencion... sonidos de pildoras por caer... sonidos que me recuerdan que algun dia ocurrira... adoro las pastillas de olvido... solo me concentro en esos sonidos... sonido de pildoras callendo en un frasco vacio... muchas muchas quiero muchas... por mi boca demasiada agua sin beber un sorbo de algo... quiero mas sonidos... más... em encantan porque me hablan de mi mente distorsionada y enferma... algun dia conseguire mas de las q tengo y llenare mi boca de esos sonidos que parecen destellar en mis oidos... llamandome cada vez mas...

4 comentarios:

  1. Hola princesa... gracias por tu mail, más tarde te lo contesto vale??? es un super gusto saber tantas cosas de ti hermosa...

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  2. Nomade!
    Eso soy ahora, nomade.
    Habia pensado algo con vidrios para responder, pero se alargo mucho como para ponerlo de respuesta xd.

    Perdio sentido, como la mayoria de las cosas. la falsedad, falta de interes mio? parece, ausencia de yo.
    La pretension, si la pretension, una de las cosas que mas me carga de la humanidad, y la observe mucho.

    El espacio desaparece pero yo sigo leyendo por aqui.
    byes

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  3. Maldito internet!!!
    Se me repitio el comentario xd, ahora si bye.

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  4. ...jola cariño!!! vengo a compartir con vos la delicia de las píldoras de olvido…

    kiero deglutirlas lentamente mientras cada blanco recuerdo se va desvaneciendo, mientras acaricio el sabor y siento el color de tu voz… pero eso sí, sombra mía, kiero pasar cada una con un sorbo de tu sangre y ke al penetrarme cada gota haga arkearse el frío de mis venas...

    sangre ávida de ser bebida ke iré tomando de tu cuello, de tus labios, de tus pulsos, de cada uno de tus senos absolutamente plenos de dulzura… y entonces sí, que los silencios de los sonidos inunden mi mente febrilmente entonada con la tuya, en esos sonidos ke son auténticas ristras de gemidos... en ellos te siento mía, en cada lamento de tu música siento que me descubro y me ana- lizás, me partís y ves lo ke hay dentro, te sentás en el borde de mis acantilados, sintiéndote libre, sin peso, sin lastre, akí sentís que tu mente enferma gira en contra sentido, se destuerce y como por arte de magia c s- ana. llameando, extraviándose, llamándonos uno desde el otro, cortando los filos de los chasquidos de cada píldora cargada de sangre pasando con ahínco de boca a boca, sintiendo como nos conforta el ardiente dulzor de la luxuriosa humedad que nos cautiva

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